Centro de Rescate y Santuario de Vida Silvestre
"Conservando vida silvestre, inspirando coexistencia"
En YAGUARÁ, implementamos una amplia variedad de iniciativas para alcanzar nuestros objetivos de conservación. Desde el monitoreo de fauna silvestre y la investigación científica hasta la recuperación de especies y el trabajo con las comunidades, estamos comprometidos con generar un impacto duradero en la biodiversidad y la preservación de los ecosistemas—siempre asegurándonos de que nuestros esfuerzos de conservación e investigación sean prácticos, aplicados y orientados a la acción.
ACERCA DE YAGUARÁ
Yaguará es un proyecto de conservación de vida silvestre fundado en 2006 en la Península de Osa, Costa Rica, con un enfoque principal en la conservación del jaguar y sus presas.
A lo largo de los años, el proyecto ha ampliado sus esfuerzos para incluir la conservación de diversas especies y ecosistemas, trabajando en el monitoreo e investigación de felinos y sus presas, educación ambiental, rescate y rehabilitación de animales, programas de reproducción para la conservación, estrategias de sostenibilidad y alianzas colaborativas. Estamos dedicados a proteger la rica biodiversidad y los hábitats naturales de la Península de Osa.
Yaguará está comprometido con la participación activa de las comunidades locales y otros actores en nuestros esfuerzos de conservación. Nuestra misión es fomentar una convivencia armoniosa entre las personas y la vida silvestre, promoviendo la educación ambiental y prácticas sostenibles. Nos apasiona construir un futuro en el que la fauna prospere y los seres humanos vivan en armonía con la naturaleza.


PROYECTOS DE CONSERVACIÓN
Centro de Rescate de Vida Silvestre
El Centro de Rescate de Vida Silvestre YAGUARÁ es el único en toda la Península de Osa y cumple un papel vital en el cuidado, recuperación y liberación de animales silvestres afectados por accidentes, pérdida de hábitat, orfandad o interacción humana, con el objetivo de devolverlos a la naturaleza siempre que sea posible.
Cada animal recibe atención especializada: cuidados veterinarios, rehabilitación física y una dieta adaptada a su especie. Todo animal que puede ser liberado, regresa a su hábitat natural. Aquellos que no pueden sobrevivir por sí solos —ya sea por lesiones, haber sido mascotas o por impronta humana— permanecen en nuestro santuario y cumplen un rol esencial en la Educación Ambiental.
Uno de nuestros objetivos es tener una clínica de vida silvestre completamente equipada. Con los recursos básicos, hemos logrado salvar y rehabilitar a muchos animales. Sin embargo, para nosotros es una prioridad tener mayor capacidad y calidad de atención, por lo que estamos trabajando para comprar una máquina de anestesia, sistema de oxígeno y otros equipos médicos esenciales para brindar una atención más profesional y eficiente.
A futuro, esperamos recibir voluntarios nacionales e internacionales. ¡Tu apoyo puede marcar una gran diferencia!



Izquierda: Lora copete rojo (Amazona autumnalis), atacada por perros. Centro: Pizote (Nasua narica) con problemas de sarna.
Derecha: Manigordo (Leopardus pardalis) decomisado por SINAC por haber sido tenido como mascota.


Izquierda: Manigordo (Leopardus pardalis) atacado por perros tras depredar gallinas domésticas. Derecha: Tepezcuintle (Cuniculus paca) ingresó herido.
Santuario de Vida Silvestre & Educación Ambiental
El Santuario de Vida Silvestre de YAGUARÁ alberga animales que no pueden ser liberados nuevamente en la naturaleza, ya sea por lesiones físicas, impronta humana o decomisos. Aquí encuentran un espacio seguro y digno, con un nuevo propósito, donde los visitantes pueden conocerlos de cerca en un entorno natural y seguro, mientras aprenden sobre la conservación y el papel vital que cada especie cumple en el ecosistema.
Pero el santuario es mucho más que un refugio: es una poderosa herramienta de educación ambiental. En la Península de Osa, muchas personas locales nunca han tenido la oportunidad de visitar el Parque Nacional Corcovado ni de ver especies como la danta o el manigordo. Y ¿cómo podemos pedirle a alguien que proteja lo que nunca ha tenido la oportunidad de conocer? Por eso ofrecemos visitas educativas tanto para turistas como para comunidades locales, incluidas escuelas y grupos especiales. Cada recorrido es una oportunidad para conectarse con la vida silvestre, conocer sus historias y comprender las amenazas que enfrentan. Los visitantes escuchan los relatos reales de estos animales—cómo llegaron, por qué no pueden ser liberados y qué podemos hacer todos para proteger a los que aún viven en libertad.
Actualmente, los recorridos son guiados por la propia fundadora del proyecto, pero en el futuro esperamos capacitar nuevos guías, mejorar la infraestructura de senderos y añadir bancas, plataformas y materiales educativos que enriquezcan la experiencia del visitante. Creemos firmemente que la educación genera cambio. Cuando las personas comprenden el valor de la vida silvestre, se convierten en aliadas de su protección. Esto tiene un impacto directo en nuestros programas de liberación: a mayor conocimiento y empatía, menor temor y mayor compromiso con la conservación.





Programa de reproducción para recuperar poblaciones
Reproducimos especies clave para fortalecer sus poblaciones y contribuir a la restauración de los ecosistemas, asegurando su sobrevivencia a largo plazo.
El programa de reproducción para la conservación de YAGUARÁ nació de una visión clara: recuperar las poblaciones silvestres de especies en peligro y restablecer el equilibrio ecológico de la región. Las especies fueron seleccionadas cuidadosamente por su rol ecológico, en especial como presas de grandes felinos o como indicadores de la salud del bosque:
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Chancho de monte (Tayassu pecari): principal presa del jaguar y en estado crítico en Costa Rica.
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Saíno (Pecari tajacu): presa esencial para pumas y jaguares, clave para reducir conflictos entre humanos y fauna.
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Venado colorado (Mazama temama): se intentó reproducir esta especie, pero no fue posible por la escasez de individuos en cautiverio. En su lugar, se está reproduciendo el venado cola blanca (Odocoileus virginianus), que también representa una fuente de alimento para pumas y jaguares, y una oportunidad para aliviar la presión sobre los chanchos de monte.
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Danta (Tapirus bairdii): especie clave y gran dispersora de semillas, con poblaciones altamente amenazadas fuera de las áreas protegidas.
El objetivo es liberar animales en sitios con estudios previos, donde estas especies solían habitar, ya sea para reforzar poblaciones en declive o para reintroducir vida silvestre en paisajes degradados y restaurar la biodiversidad perdida.
El programa ha tenido resultados positivos con los saínos, venados cola blanca y dantas. La reproducción de chanchos de monte blancos ha sido más difícil—porque la cantidad de decomisos o rescates a nivel nacional son pocos. Sin embargo, recientemente han ingresado nuevos ejemplares, lo que abre la esperanza de formar un grupo reproductor viable.
Para asegurar una adecuada diversidad genética, se reciben animales provenientes de todo el país, lo que permite mezclar líneas genéticas y evitar la endogamia. Estamos abiertos a colaborar con zoológicos e instituciones de conservación internacionales y esperamos adquirir más collares GPS para monitorear individuos liberados y realizar investigación aplicada.
Este proyecto tiene el potencial de transformar el futuro de especies clave del bosque—solo necesita el apoyo necesario para hacerlo posible.



Arriba izquierda: Cría de venado cola blanca (Odocoileus virginianus). Abajo izquierda: Crías de saíno (Pecari tajacu).
Derecha: Cría de danta (Tapirus bairdii) junto a su madre.
Investigación & Monitoreo
En YAGUARÁ creemos que la conservación debe ir de la mano del conocimiento. Por eso, todos nuestros esfuerzos de investigación son aplicados—diseñados para generar datos reales que orienten decisiones significativas y mejoren las estrategias de manejo de fauna silvestre.
Nuestra principal herramienta de investigación ha sido el uso de cámaras trampa, que nos permiten monitorear la presencia, los patrones de movimiento y el comportamiento de especies clave como jaguares, pumas y sus presas. Estos estudios no solo han revelado el uso de fincas privadas por parte de los grandes felinos, sino también las amenazas que enfrentan en estos territorios—especialmente la cacería ilegal. Esta información fue clave para la creación de nuestro programa de compensación por depredación y para fortalecer la colaboración con cazadores, propietarios y comunidades locales. Nuestro objetivo es reactivar este programa pronto, como parte de una estrategia a largo plazo para la convivencia y la conservación.
La investigación también cumple un rol fundamental en la identificación de sitios adecuados para liberar fauna rehabilitada. Realizamos evaluaciones de hábitat para asegurar que cada animal sea liberado en un área donde pueda sobrevivir Estas evaluaciones incluyen la disponibilidad de alimento y agua, la presencia de depredadores o amenazas humanas, y la integridad ecológica y conectividad del paisaje. Esta planificación cuidadosa nos permite priorizar el bienestar animal y maximizar las probabilidades de una reintegración exitosa en la naturaleza.
Además, hemos contribuido a análisis genéticos que han sido fundamentales para detectar signos de aislamiento u endogamia—como en el caso de los pumas en la Península de Osa. Estos hallazgos inspiraron la creación de nuestro programa de reproducción para la conservación, enfocado en restaurar la diversidad genética y la salud poblacional a largo plazo.
Aunque aún no colaboramos formalmente con universidades o centros de investigación, nuestro trabajo ha sido impulsado completamente por iniciativa privada y un compromiso inquebrantable con la vida silvestre. Nuestros próximos objetivos incluyen adquirir mejor equipo de investigación, ampliar nuestras instalaciones, recibir voluntarios científicos y monitorear futuras liberaciones mediante collares GPS.

Uno de los jaguares captados por las cámaras trampa: Los jaguares tienen patrones de manchas únicos—no hay dos individuos iguales. Estas marcas en forma de rosetas actúan como huellas digitales, lo que permite a los investigadores identificar a cada jaguar y monitorearlos a lo largo del tiempo. Curiosamente, el patrón del lado izquierdo del cuerpo es diferente al del derecho, por lo que es necesario fotografiar ambos lados para confirmar la identidad de un individuo. Este método es fundamental para estimar el tamaño poblacional, rastrear sus movimientos y comprender la dinámica de las poblaciones silvestres de jaguar.

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